¿Será el Fondo Juncker la vía para que la zona Euro salga de la crisis económica? ¿Conseguirá financiar proyectos que permitan el crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo estables en Europa? Nos lo explica, Òscar Elvira, Doctor en Ciencias Económicas y profesor de la UPF Barcelona School of Management.
Escenario mundial
Después de años de crisis económica a nivel mundial, estamos ante un escenario nuevo donde es difícil realizar una buena predicción para los próximos años: inflación cero (o en muchos casos negativa), tipos de interés cero (y para algunas emisiones de deuda y los depósitos de los bancos en el BCE negativos) y crecimiento cero.
Los últimos datos de crecimiento económico en la Eurozona han mostrado la debilidad del crecimiento del PIB Europeo. Y las previsiones del FMI para los siguientes años tampoco muestran un crecimiento económico suficiente (Un 1,4% en el 2015 para la zona euro, y un 0,8% para España).
Soluciones
Para combatir esta situación de estancamiento e inflación negativa, el Banco Central Europeo (BCE) lleva meses desarrollando una política monetaria expansiva, es decir dinero más barato que bonifique el crecimiento económico facilitando préstamos a los bancos y penalizando el ahorro (ya hay tasas negativas para depósitos de gran volumen).
La renovada Comisión Europea del luxemburgués Jean-Claude Junker, el pasado 22 de octubre, tomó una nueva iniciativa para intentar salir del estancamiento económico en el que vivimos, opuesta a los recortes de gastos que se han producido en los últimos años. Se trata de un plan de inversión, el “Fondo Europeo para la Inversión Estratégica”, conocido como el “Fondo Junker”, para fomentar la recuperación económica, incitando la creación de empleo.
Recientemente ha sido aprobado por la mayoría de grupos de la Eurocámara, aunque su dotación de recursos económicos es baja. Es decir, se parte de 21.000 millones (16.000 millones surgen del presupuesto europeo y 5.000 millones del Banco Europeo de Inversiones) y para llegar a los 315.000 millones del fondo, se necesitará que los estados miembros aporten dinero y los mercados financieros emitiendo deuda.
Políticas keynesianas
Esta iniciativa no es nueva. Se trata de aplicar políticas keynesianas (con estímulos en la economía en momentos de crisis, gracias a dinero público). Esto provoca que países como Alemania estén en contra, ya que no sólo no pide fondos para ningún proyecto, sino que pide nuevas medidas de ajuste, especialmente para Francia.
El principal riesgo es que estas medidas de estímulo no consigan apuntalar el crecimiento y el empleo y tan sólo consigan aumentar el déficit público, como sucedió en España durante el gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero, con el Plan E. Cabe recordar que los motivos del fracaso fueron que se aplicó en un momento en que la economía española no había tocado fondo, lo que provocó que se perdiera el efecto de estímulo.
Por otro lado, los análisis económicos de proyectos de inversión fuero deficientes, creando empleo sólo a corto plazo y no de forma sostenida. Ahora se buscan inversiones más duraderas y que provoquen un crecimiento económico sostenido. En este sentido, entre los países demandantes de fondos estén los que más han sufrido las consecuencias de la crisis económica (Italia es el primer país por fondos solicitados y España el tercero).
El caso español
En el caso español serían hasta 60 proyectos de infraestructuras: redes de transporte, energía y tecnologías de la información. Se pretende incentivar la inversión en las zonas rurales, haciendo llegar internet de banda ancha, e intentando que las telecos obtengan el máximo beneficio de sus inversiones.
Con ellos, más allá del empleo que se cree en el proceso de desarrollo, se mejora la eficiencia económica, necesaria para el crecimiento económico futuro. Si se consiguiera, se alejaría el riesgo de estancamiento que existe ahora por la falta de estímulos.
Conclusiones
De momento, la Comisión y el BEI han creado un grupo de trabajo, con representantes de los Estados miembros, para identificar los proyectos que podrían recibir ayudas de este plan.
Esto es realmente lo preocupante, conseguir la confianza de los inversores para poder seleccionar qué proyectos son necesarios para la sociedad y justificados de financiar, que permitan la creación de riqueza económica y de puestos de trabajo sostenido, objetivos básicos del Fondo Junker.
Artículo publicado en Expansión el 27-12-2014
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