Xavier Brun, profesor de Barcelona School of Management, nos revela las claves de la reforma del sistema financiero, en un artículo publicado en “El Periódico”.
Bryce Echenique ilustraba las desventuras de su Perú natal imitando una retrasmisión deportiva: «Domina el encuentro el equipo de Perú, pase adelantado al extremo derecho que hace un centro medido, el delantero centro agarra el balón y… ¡gol de Brasil!» En España nos pasa algo parecido: «Tenemos un gran banco central envidia de toda Europa, el presidente del Gobierno asegura que nuestro sistema bancario es el más sólido de la UE, los bancos ganan dinero… se interviene CCM, Cajasur, Catalunya Caixa, Unnim, Nova Caixa Galicia, Banco de Valencia… y Bankia!»
Veamos a grandes rasgos las claves de esta última reforma del sistema financiero: más provisiones.
Los bancos tendrán que destinar otros 30.000 millones, que se añaden a los 52.000 de la primera reforma de este Gobierno, de febrero. ¿De dónde sacarán el dinero para hacerlo?
Se crea el banco malo, donde aparcar los activos inmobiliarios adjudicados para que los bancos puedan dedicar toda su atención a su principal función: captar depósitos y sobre todo dar crédito.
La creación de un banco malo tiene dos problemas que resolver de inicio. Según cómo se resuelvan, la medida puede ser eficiente o no. A qué precio valorarán estos activos. Si el valor es excesivamente bajo.
Irlanda
Como sucedió en Irlanda, los bancos no podrán sobrevivir y muchos tendrán que ser rescatados por el Estado y este tampoco podrá soportarlo y puede declararse en quiebra, lo que comportaría un rescate del tipo irlandés, griego o portugués. Si el precio es elevado, los bancos se liberan del problema pero alguien tiene que pagarlo. ¿Quién?
Y aquí viene el segundo problema
Si se hiciera con dinero público volvemos al punto anterior: el Estado está demasiado endeudado como para generar más déficit, lo que comportaría un rescate. ¿Será un negocio atractivo para atraer inversores? Para favorecer este negocio se crea la exención del 50% por la venta de activos inmobiliarios en el impuesto de sociedades y en el IRPF para no generar agravios comparativos.
El tercer elemento clave son las ayudas del FROB
Son básicamente dos: la posibilidad de comprar acciones de esas entidades, cosa que no desearía hacer, o préstamos a cinco años al 10%.
El Gobierno dice que el Estado no aporta nada y que, como se financia al 5%, puede que gane dinero. Para entender la falacia de esta afirmación: los beneficios del 2011 de La Caixa fueron de 1.050 millones, los del Popular de 480 y los del Sabadell de 232. Si el sector debe hacer nuevas provisiones y aceptar el precio que le ofrezcan por sus activos inmobiliarios y, por tanto, llevar a pérdidas la diferencia con el valor contable, seguramente necesitará ayuda. Si pide 15.000 millones, cada añó deberá pagar 1.500 millones en intereses. ¿Lo resistirán sus cuentas de resultados?
El dinero tiene que salir de algún lado
Y solo hay dos formas: amplían capital y las diluciones de valor pueden ser descomunales o se endeudan, lo que agrava su delicada situación financiera e impide cumplir con los límites de solvencia exigida. La vía alternativa es el rescate.
Salida de capitales de España
Para finalizar, un apunte sobre un problema que ya empieza a ser grave y lo será más en los próximos meses: la salida de capitales de España. ¿Por qué no se ataca favoreciendo el trato fiscal de los residentes españoles que mantienen sus inversiones en España? ¿Por qué no gravar como se hacía no hace muchos años a las inversiones de residentes españoles en fondos o sociedades de inversión domiciliadas en Luxemburgo o cualquier otro país?
Muchas reformas hay posibles pero más importante es el «cómo» hacerla, y debe ser de forma enérgica, contundente, amplia, profunda y creíble. ¿Lo es?
Si has disfrutado este artículo sobre la penúltima reforma, te invitamos a mirar el vlog sobre el exceso de regulación en el sector financiero.
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