Dieciséis meses con el euríbor en tasas negativas han llevado a algunos préstamos hipotecarios firmados en plena burbuja inmobiliaria al umbral de unos tipos de interés por debajo del cero.
Ya está sucediendo. Los bancos deberían estar pagando o están a las puertas de pagar dinero a algunos clientes por las hipotecas que tienen contratadas. Dieciséis meses con el euríbor en tasas negativas (el pasado mes de mayo el euríbor a un año cerró con un récord del -0,127%) han llevado a que alguna entidad financiera pueda encontrarse en la tesitura de tener que abonar intereses a sus clientes por préstamos hipotecarios. En breve podrían ser bastantes más.
Hasta no hace mucho se trató de préstamos hipotecarios concedidos a los propios empleados de banca en condiciones preferentes y no accesibles al resto de clientes. Pero eso ya está alcanzando a productos presentados en su día a bombo y platillo.
La ‘Hipoteca Rompedora’ de Deutsche Bank puede llegar hoy a un tipo de interés real del 0,043%
«Caja Navarra, que ahora pertenece a CaixaBank, ya alertó el año pasado con tipos negativos», avanza Isabel Pons, coordinadora de la asociación de usuarios de banca Aicec-Adicae. Pons se refiere a la ‘Hipoteca Dulce’, un préstamo hipotecario comercializado por la extinta caja de ahorros con sede en Pamplona, que ofrecía una hipoteca con un diferencial de euríbor más 0,20% (con una serie de vinculaciones con la entidad) pero que, en casos excepcionales como desempleo, merma considerable de ingresos o fallecimiento, se convertía en un euríbor menos 0,20%.
En esos supuestos, y aplicando el euríbor del pasado mes de mayo, el tipo de interés para ese préstamo sería hoy del -0,327%. Una situación inimaginable hace poco más de diez años, cuando salió al mercado esa ‘Hipoteca Dulce’, con un euríbor al 3,31% en mayo de 2006, que alcanzaría el 5,38% en septiembre de 2008.
“Si el tipo de interés es negativo, hay que trasladarlo al préstamo y rebajar el capital” (Isabel Pons, Aicec-Adicae)
¿Qué hacer ante esta nueva realidad? ¿Bancos pagando por los préstamos hipotecarios que han concedido? Así lo consideran desde Adicae. «Si el tipo de interés es negativo –explica Isabel Pons–, hay que trasladarlo al préstamo. Es algo que ya ha sucedido con las hipotecas referenciadas al IRPH. Y si hay que trasladar el tipo de interés negativo a rebajar el capital, se traslada».
La de reducir el capital pendiente del préstamo parece la fórmula que tendría más a mano CaixaBank para abonar a esos clientes los intereses que, por contrato, les pertenecen en los casos de excepción que contempla esa hipoteca heredada de Caja Navarra. Preguntados al respecto, desde CaixaBank aseguraron «no tener constancia» de que haya ningún cliente en una situación de tipos de interés negativo y rechazaron explicar cuál sería su actuación en caso de producirse.
La ‘Rompedora’ lo rompe
Sea como sea, en breve podríamos dejar de hablar de casos excepcionales y de condiciones especiales. La hipoteca referenciada al euríbor con el diferencial más bajo jamás comercializada en España está a punto de entrar en el umbral donde el acreedor pasa a abonar intereses. Se trata de la ‘Hipoteca Rompedora’, lanzada por Deutsche Bank en marzo de 2008 a un tipo de interés de euríbor más 0,17%.
También aquí las condiciones de vinculación para lograr ese diferencial son bastante restrictivas. La entidad alemana exigía la contratación de un plan de pagos protegidos (1% del capital prestado) y de dos seguros (vida y hogar), la aportación de 3.000 euros anuales a un plan de pensiones o un fondo de inversión y el gasto de esa misma cantidad con la tarjeta de crédito. Pero, en los casos en que alguien llegue a cumplirlo, el tipo de interés que hoy le deberían aplicar por su préstamo sería cercano al cero. En concreto, un 0,043%.
¿Qué fórmula elegirá Deutsche Bank para abonar esos intereses a sus clientes, en caso de que entre en negativo? La respuesta se reptite. Preguntado por Diari de Tarragona, Deutsche Bank rechazó dar ninguna información.
La lista sigue…
Bankinter, con una hipoteca de euríbor más 0,18%, ActivoBank –perteneciente al Sabadell y con una hipoteca de euríbor más 0,22%– o Caja Duero (hoy EspañaDuero y perteneciente al grupo Unicaja), con una hipoteca de euríbor más 0,22%, son entidades que también en breve podrían entrar en ese grupo que tendrá que pagar intereses a sus clientes por los créditos hipotecarios que les concedieron.
Ante la más que probable inminencia de un buen puñado de entidades financieras en esa tesitura y la posibilidad de que ya haya habido más de un caso en el Estado (con el euríbor a tres meses en el -0,329% y una revisión trimestral de una hipoteca con un diferencial del +0,20%, el tipo de interés real sería del -0,129%), el Banco de España, supervisor de estas entidades financieras junto al Banco Central Europeo, declinó hacer cualquier tipo de comentario a Diari de Tarragona, sumándose así al silencio generalizado en el sector.
“En Dinamarca, al cliente bancario le tenían que devolver dinero por su hipoteca. Por eso ahora todos los contratos se firman con un suelo del 0%” (Xavier Puig, UPF Barcelona School of Management)
En opinión de Xavier Puig, responsable del Área de Banca y Finanzas de la UPF Barcelona School of Management, una explicación a ese silencio es que pocos desean que se reproduzca el revuelo que sucedió en Dinamarca cuando, tras ser el primer país en el que su banco central impulsó tipos de interés negativos, algunas entidades financieras reconocieron que estaban abonando intereses a sus clientes por ese concepto. «En Dinamarca –explica Xavier Puig–, al cliente bancario le tenían que devolver dinero por su hipoteca. Por eso ahora todos los contratos se firman con un suelo del 0%».
Bancos sí, particulares no
‘Antinatural’ es lo menos que ha dicho el sector financiero sobre esta situación. Fuentes financieras defienden que el interés por un préstamo ha de ser siempre como mínimo cero, o de lo contrario perdería su naturaleza de préstamo. De ahí que, desde que el euríbor entró en tasas negativas, las ‘cláusulas cero’ sean norma entre los nuevos préstamos hipotecarios.
Pero si prestar dinero a tasas de interés negativas se entiende como algo antinatural en el caso de los clientes bancarios, la cosa cambia cuando los que reciben ese dinero son los bancos. El euríbor (al cual están referenciadas hoy muchas hipotecas) es la tasa de interés a la que se prestan dinero entre sí los bancos de la zona euro. Siendo como son bancos, y defendiendo como defienden que cualquier préstamo por debajo del 0% va contra natura, ¿cómo es posible que el euríbor a una semana esté hoy al -0,380%? Es decir: ¿que un banco le pague a otro un 0,380% de interés para que se quede con su dinero en préstamo?
La banca rechaza pagar intereses por prestar dinero a personas, pero acepta pagar por prestar a bancos
¿Pagar por prestar dinero a otros bancos sí, pero a particulares no? La explicación es bastante simple, aunque algo larga. La desgrana Xavier Puig, de la UPF Barcelona School of Management. Cuenta que, con los tipos de interés oficiales en la zona euro fijados al 0% por el Banco Central Europeo (el único autorizado para emitir dinero y marcar su precio de emisión en el sistema), los bancos de la eurozona pueden pedir dinero prestado al BCE a un tipo de interés del 0%.
La idea es que, consiguiendo préstamos gratis, esos bancos presten ese dinero captado a las empresas y los consumidores a tipos de interés muy reducidos, impulsando así el consumo para lograr el objetivo de situar la inflación en la eurozona rozando el 2%.
Pero el BCE sólo presta al 0% unas cantidades limitadas. Para todos aquellos bancos que no tengan suficiente con los importes que se les suministra a coste cero, hay la opción de acudir a la línea de crédito ilimitada del BCE a un tipo de interés del 0,25%. La famosa ‘inyección de liquidez’. Que sigue estando a un precio más que apetecible.
Pero resulta que, después de captar todo ese dinero, los bancos siguen sin prestarlo.
No se fían de que las empresas y consumidores a los que se lo deberían prestar vayan a devolvérselo. Así que se lo guardan. ¿Dónde guardan ese dinero? Por ley, tienen que depositarlo en el Banco Central Europeo. Por decirlo de una manera simple y a trazos gruesos: cada día al acabar la jornada laboral, todos los bancos de la eurozona tienen que guardar en la caja del BCE todo el dinero que hayan captado (de clientes, de operaciones, del propio BCE) y que no hayan prestado.
Y ahí es donde el BCE, que le ha prestado dinero gratis a los bancos para que lo presten a lo que algunos llaman ‘la economía real’, se enfada. Y decide aplicar un tipo de interés del -0,40% a todos esos depósitos con el dinero que los bancos han decidido no prestar. El BCE les cobra un 0,40% de interés por guardarles el dinero.
¿Cuál es la reacción de los bancos?
Colocarle su dinero sobrante a otros bancos, a un tipo de interés negativo que mejore algo la penalización del BCE. Así es cómo llegamos a que una entidad financiera prefiera pagar un 0,380% de interés por prestarle dinero a otra entidad financiera, antes que pagar un 0,40% de interés por depositar su excedente de liquidez en el BCE, y mucho antes que prestarle ese dinero a un tipo de interés positivo a un ciudadano o a una empresa. El resumen de Xavier Puig: «No tiene ningún sentido».
Escribir comentario