Albert Sagués, profesor del Máster en Fiscalidad de UPF Barcelona School of Management analiza los datos publicados por el Banco de España que nos permiten saber cómo ha evolucionado los ahorros y las deudas de las familias. Y de ahí el titular ¿Sómos un 3% más ricos?
El pasado 17 de abril el Banco de España publicaba los datos “Cuentas Financieras de la Economía Española”, actualizados en el cuarto trimestre de 2016. Son datos que nos permiten saber, entre otras cosas, qué ahorros y deudas tienen las familias.
La nota del Banco de España destaca que las familias son un 3% más ricas que hace un año. La noticia me extrañó un poco, añadiendo que algunos medios decían que la riqueza de las familias ya estaba a niveles de antes de la crisis (o incluso por encima), cosa que me provocó cierta curiosidad y escepticismo.
¿Somos más ricos que hace un año?
¿Volvemos a estar, en términos de riqueza, a niveles de 2007 justo antes de la crisis? Si observamos los ahorros y las deudas de las familias a fecha de hoy y los comparamos con los de hace un año, es cierto que en términos limpios somos un 3% más ricos.
Si profundizamos un poco, vemos que este aumento de riqueza se produce porque nuestros ahorros han crecido, pero sólo un 1,3%. Entonces, ¿cómo llegamos a ser un 3% más ricos? Muy fácil, porque además de tener dinero ahorrado, hemos destinado dinero a volver las deudas que tenemos.
Las deudas de las familias se ha reducido en un 1,5%
El motivo es que han vuelto préstamos por valor de 11.500 millones de euros. En otras palabras, ¿de qué habla el Banco de España cuando se refiere a riqueza? Riqueza es la suma de lo que hemos ahorrado más el dinero que se destina a devolver deudas. Somos un 3% más ricos porque una buena parte de lo que hemos ahorrado, el 30%, lo hemos destinado a pagar deudas.
Esta noticia, que puede parecer positiva, no lo es tanto si comparamos el aumento de la riqueza de las familias con el Producto Interior Bruto. El PIB del 2016 creció un 3,2%. Esto quiere decir que en términos agregados, estamos más o menos igual que hace un año. No somos más ricos, por si alguien, a estas alturas, todavía se lo preguntaba.
Las familias viven al día
No tengo la percepción que las familias sean más ricas, por el hecho que sus ahorros hayan aumentado. La percepción que tengo es la de vivir al día. La mayoría de familias no pueden permitirse ahorrar mucho o, directamente, no ahorran nada. Los salarios de los trabajadores y beneficios de los pequeños empresarios se los lleva la hipoteca, el alquiler, las extraescolares, la ropa, la comida, entre otros.
Un aumento de ahorro del 1,35% quiere decir, por ejemplo, que si alguien tenía 10.000 euros ahorrados a principio de año, a finales del 2016 tenía 10.135 euros en la cartilla de ahorros. No es mucho. Somos más ricos porque tenemos menos deudas. Deudas que se generaron, en su mayoría, justo antes de la crisis económica, el periodo de desmadre, donde todo valía.
Las deudas de las familias
Ciertas informaciones comparan los datos de ahorro limpio publicadas por el Banco de España (ahorros menos deudas de las familias) con las que había a mediados del 2017, justamente antes del inicio de la crisis. Sin decirlo directamente, nos dicen que las familias son más ricas hoy que antes de la crisis, cosa que equivale a decir que la crisis ya ha pasado y que todo ha vuelto a la normalidad.
Ciertamente, a finales del 2016, el ahorro limpio de las familias era de 1.320 miles de millones de euros, muy superior al del 2006, que era de 1.058 miles de millones de euros. Si lo ponderamos en relación al PIB, es decir la riqueza de las familias en relación a la riqueza que genera el país, vemos que los ahorros de las familias, en relación al PIB, han crecido un 2,8% desde el 2006.
Pero donde realmente se ha producido un paso de gigante es en la relación deuda de las familias respecto al PIB, que se ha reducido un 10,8% desde el 2006. Es decir, que ahorrar no hemos ahorrado mucho en 10 años (2,8% de crecimiento). Lo que sí hemos hecho es pagar deudas y reducir nuestras obligaciones financieras y esto es lo que nos hace más ricos.
Del 37% del PIB al 77,5%
Haciendo una visión retrospectiva, en 1995 la deuda de las familias representaba el 37% del PIB. En 2006 se había disparado al 77,5% cuando vivíamos a crédito. En 2015, con muchos esfuerzos, las familias habían conseguido devolver deuda y estaban en el 72,6% del PIB.
Por último, a finales de 2016, la deuda de las familias vuelve a bajar hasta el 69,13% del PIB. Esta reducción es positiva pero insuficiente. Las familias todavía están demasiado endeudadas.
Seguimos digiriendo los excesos que nos llevaron a la crisis y va para largo. Mientras, el poco dinero que ahorran las familias se coloca en seguros de ahorro con vistas a la jubilación, aunque de esto ya hablaremos otro día.
Cómo bien me decía mi hija adolescente hace unos días, esta crisis nos cogió a nosotros, pero serán ellos, nuestros hijos e hijas, los que lo acabarán pagando.
No somos más ricos, tenemos menos deudas, que es muy diferente.
Artículo publicado en L’Econòmic
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