El nuevo gobierno quiere obligar a los accionistas de una Sicav a tener una participación mínima del 0,55% de patrimonio. ¿Por qué? Porque si existen cien accionistas con el 0,55%, tendrían el 55% del capital y se asegurarían que no existiera un accionista con más del 50%.
Con menos del 0,55% un inversor no entraría dentro del cómputo de los cien inversores necesarios para crear una Sicav. Esto significa que para invertir en una Sicav que tuviera 10 millones de euros, se necesitarían 550.000 euros para ser uno de los cien inversores. ¡Qué complicado!
¿Cuántas Sicav cumplen dicho requisito en España?
Ya os lo adelanto, ninguna, puesto que técnicamente es imposible. A continuación os expongo varias situaciones:
¿Qué pasaría si se creara una Sicav de 3 millones de euros, con más de cien partícipes, que tuvieran más de 16.500 euros invertidos y, de repente, aparece un nuevo accionista que aporta 1 millón de euros al patrimonio? ¿Dejaría de ser una Sicav, ya que ahora se necesitarían, al menos, 22.000 euros para cumplir con el requisito mínimo del 0,55%?
O bien, ¿qué sucedería si existiera una con centenares de accionistas, por ejemplo Torrenova de Inversiones, con más de mil millones de euros de patrimonio? ¿Creen que existirán más de cien accionistas que tengan más de 5,5 millones de euros?
En este caso, ¿se estaría incumpliendo con el espíritu de inversión colectiva? Los que tengan medio millón de euros, ¿son simples mariachis que no forman parte de los cien inversores necesarios para considerarse una Sicav?
Si el objetivo es que un accionista no tenga más del 50%, ¿no sería entonces más fácil limitar el capital máximo de un accionista a dicha cantidad en lugar de limitar el capital mínimo necesario?
Si te ha gustado este vídeo de Òscar Elvira, profesor de Barcelona School of Management, te recomendamos este otro artículo: “El absurdo de los 100 accionistas”.
Escribir comentario