Oscar Elvira, Economista y Profesor de la UPF Barcelona School of Management, reflexiona sobre cómo invertir en las Sicav y el mito que hay tras de ellas.
A la hora de invertir nuestros ahorros, tenemos dos grandes vehículos de inversión y que fiscalmente tributan al 1% del Impuesto sobre Sociedades. Son los fondos de inversión y las Sociedades de Inversión o Sicav.
Cómo invertir en las Sicav
La demagogia actual nos lleva a considerar que las Sicav son vehículos para ricos. Esto no es cierto. Podemos invertir fácilmente, todos nosotros, en fondos o sociedades de inversión, como en el resto de productos de ahorro: depósitos, seguros, deuda pública, entre otros, que están sujetos a la misma tributación.
Da la sensación que se ha producido un nuevo silogismo: en las Sicav invierten los ricos, los ricos son magos y en consecuencia las Sicav son magas. Conclusión, ¡a por las Sicav!
Cabe señalar que las Sicav son Instituciones de Inversión Colectiva, al igual que los fondos de inversión. Están sujetas a la misma directiva comunitaria y, por lo tanto, a la misma ley de Instituciones de Inversión Colectiva que se ha traspuesto en España.
Pero, ¿qué se considera Institución de Inversión Colectiva? Que cualquier persona pueda entrar y salir libremente, cuando quiera y a un precio (el valor equitativo que se calcula diariamente y que es público). Importante hacer hincapié en “libremente y cuando quieran”.
¿Han probado de invertir en las Sicav dominadas accionariamente por Amancio Ortega, la familia Del Pino o la Sra. Alicia Koplowitz? ¡Háganlo! Solo tienen que ir a su oficina bancaria y solicitar una orden de compra de esas acciones. Así de fácil. Todos podemos, no exclusivamente los ricos.
Conclusión
Para concluir, me gustaría compartir la siguiente reflexión. Solo en Portugal y en España, para considerarse inversión colectiva se ha puesto un número mínimo de cien accionistas o partícipes. ¿Por qué cien? ¿De quién ha sido la idea? En Francia, justamente se ha reducido de tres a dos partícipes.
Por el contrario, en el resto de países ni siquiera existe un límite mínimo. ¿Por qué? ¿Somos diferentes los españoles de los franceses, alemanes u holandeses, en cuanto a consideración de lo que es inversión colectiva?
Si te ha gustado el vídeo de Òscar Elvira, te recomendamos el artículo “Las Sicav y la falacia del 0,55%”.
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