El material didáctico trata la teoría de la estructura del capital en las empresas, centrándose principalmente en las dos teorías de Modigliani-Miller: la primera (sin impuestos), de la independencia, y la segunda (teniendo en cuenta los impuestos), de la dependencia.
Introducción
Las empresas pueden financiar sus inversiones con fondos propios o con deuda. La diferencia entre ambas modalidades radica básicamente en el riesgo que asumen aquellos agentes que aportan los fondos a la empresa.
Los prestamistas (entidades bancarias o suscriptores de deuda emitida por la empresa) asumen un riesgo menor, pues la empresa se compromete contractualmente a la devolución del capital más los intereses en unas fechas prefijadas en el momento de la aportación de los fondos. La renta es, por tanto, conocida. En su caso, el único riesgo se deriva del hecho que la empresa tenga problemas económicos y no pueda realizar los pagos a los que se ha comprometido. Esta forma de financiación tiene una característica adicional, los pagos de intereses son deducibles fiscalmente.
Los accionistas asumen un riesgo superior, pues solo tienen derecho a la renta residual, es decir, el importe que queda después de haber retribuido a los prestamistas y haber pagado impuestos al Estado. Al no ser una cantidad fija, su primer riesgo es la incertidumbre en la remuneración final. Además, en el caso de problemas económicos en la empresa, los accionistas tienen un riesgo añadido, ya que siempre son los últimos en cobrar.
Teoría de la estructura de capital
A la combinación entre ambas formas de financiación se le denomina la estructura de capital de la empresa. Lo que ahora nos preguntamos es: ¿existe una política de financiación que sea óptima? Es decir, ¿existe alguna combinación entre deuda y recursos propios que maximice el valor de la empresa? o ¿puede aumentarse la riqueza de los accionistas por medio de endeudamiento?
No son preguntas sencillas. De existir una política claramente beneficiosa, veríamos que todas las empresas tienen una estructura de capital similar, lo que no se da en la realidad. Existe también otra posibilidad: podría suceder que la estructura de capital no tuviera ninguna influencia sobre el valor de la empresa, y que las únicas decisiones importantes para el director financiero fueran las de inversión.
Muchos economistas han tratado de dar respuesta a estas preguntas, en éste bloque analizaremos algunas de sus teorías.
Si te ha gustado esta información, te invitamos a que visites teoría estructura de capital.
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