Xavier Puig, profesor del departamento de Economía y Empresa de la UPF y director de programas de Banca y Finanzas, nos habla del riesgo del alto nivel de endeudamiento y la elevada volatilidad en los mercados.
Nuestra crisis se llama: crisis de endeudamiento
Pero según una reputada consultora, el mundo desde el año 2007 se ha endeudado en 57 billones de dólares adicionales. ¡Qué nadie se engañe! La crisis ha empeorado. Lo que ocurre es que ha quedado disimulada por la bajada generalizada del precio del dinero.
Por ejemplo, el tipo de interés del Banco Central Europeo ha bajado del 4,25% del 2008 al 0% de hoy día. Es decir, endeudarse no cuesta dinero. En muchos casos, a diversos plazos, hasta te pagan por endeudarte. Entonces, ¿dónde está el límite? ¿Por qué no endeudarse, si lo pueden hacer a plazos largos y sin coste o coste negativo?
El endeudamiento se ha camuflado
El problema del endeudamiento ha quedado camuflado por su nulo coste. Camuflado pero no eliminado. Y puede durar así mucho tiempo. Con la crisis de endeudamiento no resuelta y en un periodo que se antoja largo, de bajo crecimiento y deflación, la elevada volatilidad de los mercados ha venido para quedarse.
Muchos inversores se encuentran atrapados. Inversores que cuando podían conseguir, sin casi riesgo, el 2% o el 3% de rentabilidad tenían pánico a la volatilidad. Inversores que empiezan ahora un aprendizaje difícil: aceptar volatilidad a cambio de la esperanza de obtener rentabilidades diferentes al 0%.
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