Oscar Elvira, Doctor en Ciencias Económicas y profesor de la UPF Barcelona School of Management, nos detalla a continuación por qué baja el Ibex.
El mercado de capitales, y más concretamente el de renta variable, normalmente es un indicador avanzado de la economía. Los inversores intentan comprar y vender a un precio justo. En momentos de confianza en la economía y en las empresas se genera una euforia que impulsa los mercados, pero en los momentos de incertidumbre se deja paso al miedo, y en días como ayer y hoy… al pánico.
¿Qué está pasando?
En realidad, el mercado, que es soberano tiene miedo. Se está viendo como las materias primas caen a plomo. Por ejemplo, si observamos el petróleo, el barril Brent está a 83 dólares (después de que el 23 de junio estuviera a 113). Hay desconfianza en las empresas europeas, existe preocupación sobre el crecimiento mundial ya que los países emergentes crecen a un menor ritmo y con inflaciones elevadas.
Los últimos datos macroeconómicos de Alemania, Estados Unidos y Zona euros no son alentadores.
Son preocupantes, y confirman el temor: estamos en una posible “nueva” recesión. No se crece al ritmo previsto. Es decir, al ritmo necesario para devolver la cantidad de deuda tan elevada que tiene la mayoría de estados desarrollados. Si además sumamos el hecho de que Grecia pueda abandonar el programa de asistencia financiera que le ha ofrecido la Zona euro y no pueda cumplir sus objetivos económicos para devolver la deuda, más los nuevos casos de ébola en Estados Unidos, el desánimo se acentúa.
Los efectos
El efecto es el siguiente: en primer lugar, los índices bursátiles como el IBEX35 o el Eurostoxx se hunden, en dos días un 8% acumulado. En el mercado de deuda, la prima de riesgo, que mide el exceso de rentabilidad que un inversor exige a un título de deuda cuyo emisor sea el estado español respecto a Alemania, se eleva hasta los 161,2 puntos básicos (después de estar a 106,84 puntos el 19 de septiembre), con la rentabilidad del bono español a diez años en el 2,415%.
Este pesimismo se extiende a otros mercados europeos.
La situación en España
En España los valores más castigados son los valores cíclicos, intensivas en capital como las constructoras, y los bancos.
Lo que refleja hoy el mercado es nerviosismo ante un futuro poco alentador. El fantasma de la deflación, de una época de tipos bajos, de poco crecimiento económico, y sobre todo de poca confianza en las medidas que tomen los gobiernos para fomentar el crecimiento económico, una vez las autoridades monetarias (Bancos Centrales) ya han dado facilidades de financiación y estímulos monetarios como la emisión de moneda, compra de bonos y bajando los tipos de interés cerca del cero.
No hay que olvidar que en las bolsas se negocian precios de acciones, que son las partes alícuotas del capital social de una empresa, y que las bajadas no afectan directamente a los recursos propios de las empresas, sin embargo, se consigue que los principales ratios fundamentales, como el PER, Precio/Valor Contable, rentabilidad por dividendo, se abaratan y se hacen más atractivos, y más si se comparan con otras alternativas de inversión, que dan una rentabilidad del cero por ciento si se buscan activos de bajo riesgo.
Es momento de pensar y no dejarse llevar por el pánico que se respira en el mercado en un día como hoy.
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