Según un informe de “La Caixa” hecho en el año 2007, sobre el mercado de trabajo en la Unión Europea, en España sólo el 14% de los trabajadores de 55 a 64 años recibió algún tipo de formación a lo largo de su vida laboral. En Suecia, esa ratio era del 62%. ¿Qué país llegó más preparado a la crisis? Xavier Brun, profesor de Barcelona School of Management, reflexiona sobre la importancia de la formación continua durante la vida laboral.
Alfonso Sánchez, aquel crítico de cine tan reconocible por su voz rota, solía decir que él no tenía carné de conducir para no tener la desgracia de mucha gente, que solían tener dos trabajos, el suyo y el de chófer.
¡¡En la actualidad tener un trabajo ya nos parece mucho!!
Los profesionales que leeremos esta revista gozamos de una situación profesional estable, con un trabajo que dominamos – o creemos dominar – con bastante seguridad. La experiencia de años o una titulación académica nos da esa seguridad. Sin embargo, los cambios continuos que aparecen en nuestro entorno, nos afectan y generan – aunque no queramos reconocerlo – la necesidad de seguir formándonos. Lo que ocurre es que en el día a día no se percibe esa necesidad con claridad, pero cuando hace años que en nuestro trabajo se impone la rutina, el divorcio con la realidad de nuestros clientes, de nuestros competidores, de nuestro entorno en general, se agudiza.
Quizás no es correcto decir que tenemos 5, 10 ó 15 años de experiencia, más bien debiéramos decir que tenemos un año que hemos repetido 5, 10 o 15 veces. Y eso, hoy día, no es suficiente.
Importancia de la formación durante la vida laboral
Según un informe de “La Caixa” hecho en el año 2007, sobre el mercado de trabajo en la Unión Europea, en España sólo el 14% de los trabajadores de 55 a 64 años recibió algún tipo de formación a lo largo de su vida laboral. En Suecia, esa ratio era del 62%. ¿Qué país llegó más preparado a la crisis? ¿Qué país ha resistido mejor? ¿En qué país el paro ha golpeado con más fuerza?
No hacía falta esperar ese estudio. Mucho antes de que existieran estadísticas sobre empleo, Flaubert ya nos advertía de que “la vida debe ser continua educación” y Graf nos recordaba que “el hombre empieza a ser viejo cuando deja de ser educable”.
Moraleja
Cuentan que un hombre, buscando trabajo, llegó a un bosque que estaban talando. El capataz le dio una oportunidad, le facilitó herramientas y le asignó un trozo de bosque. El primer día el hombre taló 16 árboles. El segundo día se esmeró y dedicó más horas a la tarea…pero sólo taló 12 árboles. Al día siguiente, muy motivado, se levanto más temprano y acabó más tarde, pero para su desolación sólo había derribado 9 árboles. El último día decidió aplicar toda su energía a la obtención de un mejor resultado, pero cual no fue su desilusión al comprobar que solamente había conseguido cortar 6 árboles. Totalmente abatido, informa al capataz de lo sucedido, y éste, ya entrado en años, con suma condescendencia, le pregunta “¿Cuánto tiempo has dedicado a afilar tu hacha?”
El Posgrado en Asesoramiento Financiero de la UPF, sirvió para afilar el hacha. Pero el filo debe mantenerse a punto en cada momento y ahí entra nuestra voluntad de formación continua, personal e intransferible.
Querámoslo o no, en la actualidad todos tenemos dos trabajos, talar árboles y afilar el hacha….y el que conduzca: tres!!
Te recomendamos otros artículos del blog: “El deseo de ser engañados si la mentira es atractiva“.
Escribir comentario