Hoy termina la campaña de renta.
Es la época del año en que todos, o casi todos, pasamos cuentas con Hacienda. Pasamos cuentas ya que en el fondo ya hemos pagado lo que teníamos que pagar, y en algunos casos incluso pagado más de lo que nos correspondía (las famosas devoluciones que con tanta alegría recibimos).
Todos sabemos de las grandes corporaciones que eluden el pago de impuestos, grandes defraudadores que esconden dinero en paraísos fiscales y que eluden sus obligaciones fiscales.
¿Y nosotros? ¿somos de defraudadores? ¿lo seríamos si pudiéramos?
Aprovecho tal día como hoy para proponer un inocente juego (que no lo es tanto) en formato de encuesta anónima.
¿Defraudaríamos si pudiéramos?
Es una pregunta que planteo a menudo a mis estudiantes de la universidad, para hacer una reflexión sobre el concepto de la defraudación fiscal a nivel íntimo, personal. Y la opción mayoritaria no deja de sorprenderme, cada año.
Os propongo que por un día nos mojemos dando respuesta a una pregunta muy simple, que encontrará en el siguiente enlace . Conteste sinceramente, es una encuesta anónima y poco relevante.
Los resultados que se vayan acumulando en la encuesta están abiertos y se podrán ir consultando. En unos días lo hablaremos y analizaremos los resultados.
Yo, por mi parte, ya imagino cuál será la respuesta mayoritaria y cuál será la justificación de los que la elijan, pero de eso hablamos dentro de unos días.
No me defraudéis!
Artículo publicado en el blog Ara.cat
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